Tiene un escalofriante desprecio por la vida del prójimo. El feroz Alexander Manuel P.G. (17), “Gringasho”, quien hace años se convirtió en el sicario más joven del país, cometía asesinatos a sueldo por 500 o 600 soles.
El precio que le ponía a las cabezas de sus víctimas se supo tras su reciente captura, pues las investigaciones policiales determinaron que el arma que le incautaron fue robada a un militar y se la dieron para que mate a un empresario en Chiclayo. Él puso la tarifa, cerró el trato y ya se disponía a viajar al norte para cumplir con el encargo.
Los agentes a cargo del caso informaron que la banda “Los malditos de Río Seco” le dio la orden al adolescente apenas estuvo en la calle.
“Gringasho”, quien se volvió en criminal siendo aún niño, cumple condena de seis años por matar a Ruly Ventura y al taxista Alexander Marreros (19), en Trujillo. También es sindicado como autor de otros seis asesinatos.
TRASLADO
Ayer, en la madrugada, con una fuerte custodia policial, el delincuente juvenil fue trasladado al ambiente que el Poder Judicial le acondicionó en la Sala Penal Nacional, en el Centro de Lima. Se trata de una celda exclusiva que cuenta con aula, patio y baño propio.

Los detectives antirrobos colocaron un chaleco antibalas al adolescente y lo engrilletaron. Luego, lo hicieron abordar un auto rojo, que -a las 3:45 de la madrugada- salió raudo de la comisaría de menores de Cotabambas, flanqueado por dos camionetas de la Subunidad de Acciones Tácticas (Suat).
Los vehículos se dirigieron hacia la sede de la Sala Penal Nacional, en la avenida Uruguay 145, donde ingresaron.
Una vez dentro, el interno fue llevado al ambiente acondicionado como reclusorio, y que ha sido denominado anexo 2 del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima (ex “Maranguita”).
En un comunicado, el Poder Judicial dio a conocer la creación del referido reclusorio, junto con otro ubicado en el segundo piso del jirón Manuel Cuadros 182, que serán para uso exclusivo de menores infractores con problemas de conducta severos y, de esta manera, apoyar al Programa de Intervención Intensiva (PII).
Se conoció que “Gringasho” ocupa un espacio que cuenta con una cama, servicios higiénicos, un aula y patio.
Llegó su mamá
Hasta horas de la noche, el detenido solo recibió la visita de su madre, Flor Gutiérrez, procedente de Trujillo, pero su amada Yasmy Marquina Casas (18) no acudió a verlo, como tenía previsto.
“Se ha mostrado colaborador, pero por momentos se pone muy intranquilo y hasta golpea las paredes. Se le ha entregado algunos textos para que lea y han acudido dos instructores para informarle cómo será el régimen que tendrá en ese lugar”, informó una fuente judicial.