La priorización y consolidación de la Ruta Moche en el norte peruano como complemento al destino turístico más conocido del país, la ruta Cusco–Machu Picchu, es una de las obras emblemáticas del norte peruano.  Así lo afirmó ayer la viceministra de Comercio Exterior y Turismo, Mara Seminario Marón, al presentar en físico el premio Ulysses, concedido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) al corredor turístico que integra a La Libertad y Lambayeque.

Precisó que ésta es parte del plan estratégico nacional de turismo que impulsó su sector desde el 2006, año en que adoptaron la decisión de dejar de ser un país monodestino (con una única ruta en el sur) para impulsar otros productos como la ruta Moche que ofrece lugares excepcionales como la Huaca de La Luna, Chan Chan (Trujillo), El Brujo (Magdalena de Cao) y Sipán (Chiclayo).

“Este premio fue presentado, en Portugal, como el Nóbel del turismo. Han evaluado y reconocido el modelo de gestión, donde se ha involucrado el sector público, privado y la sociedad civil organizada. Desde el Gobierno Central, regional, local, patronatos, empresas, ONG y organizaciones de base”, expresó la viceministra ayer en el hotel Libertador de Trujillo.

Seminario señaló que han efectuado un estudio de identificación de oportunidades de inversión en infraestructura turística, el mismo que arrojó la necesidad de construir terrapuertos, hospedajes de tres y cuatro estrellas, restaurantes y hasta el tratamiento de residuos sólidos.