CIUDAD DE DIOS, (UN). El Día de la Madre se ensombreció para algunas familias. Ayer fue un amanecer de sangre y dolor para la madre de Simi Ronal Torres Suárez, quien apenas a sus 25 años partió hacia el otro mundo.
El joven murió a consecuencia de un accidente de tránsito en la carretera Ciudad de Dios- Cajamarca, a la altura del sector El Tamarindo. El joven aparentemente se encontraba en estado de ebriedad al momento de ser atropellado por un vehículo que- según una versión- se dio a la fuga. Sin embargo, Simeón Torres Matara, padre del occiso, sostiene que su hijo fue atropellado por la combi de la empresa Transp. Corazón de Jesús, de placa A2Q-705. Refirió que él estaba despierto cuando alrededor de las 5.15 de la madrugada escuchó un fuerte impacto, salió a ver qué ocurría; distinguió un cuerpo en la pista, y una combi que se alejaba hacia Limoncarro. El cuerpo resultó ser el cadáver de su hijo que presentaba exposición de algunos órganos y huellas de un fuerte impacto en el rostro y otras partes del cuerpo.

La combi fue intervenida -permanecía depositada en la Comisaría- pero el conductor niega haber sido el causante del atropello. Dijo a la Policía que no pudo eludir lo que parecía un bulto en la carretera, que resultó ser el cuerpo de Simi Ronal. La combi pasó por sobre una parte del cuerpo del joven cuando, presuntamente, este ya yacía sobre el asfalto atropellado por un vehículo de carga que se habría dado a la fuga.
El padre del fallecido insiste en sostener su versión que la combi fue la que atropelló y mató a su hijo y el conductor siguió su camino, pero logró ser intervenido por Policía de Carreteras de Guadalupe. La Policía de Ciudad de Dios tratará de encontrar la verdad luego de la investigación que ha iniciado.

Torres Matara sostiene que su hijo descendió hacia la carretera por una estrecha bajada que existe cerca del lugar donde fue hallado el cuerpo; que la combi que lo atropelló lo arrastró varios metros, y que él retiró el cuerpo del centro de la carretera para colocarlo en la berma. Huellas de abundante sangre fueron halladas a cierta distancia del supuesto sitio donde se produjo el impacto del vehículo y el cuerpo del joven a quien amigos lo conocían por el apelativo de "Capuchero".
El fiscal de turno, Carlos Andrés Pérez Carrión, dispuso el levantamiento del cadáver y su traslado a la morgue del Hospital de Chepén para la autopsia de ley a cargo del médico legista Calixto Gerónimo Rubio.
El propio padre del fallecido participó directamente en el levantamiento del cadáver, ayudando a identificar huellas en el cuerpo y después subirlo al patrullero de Ciudad de Dios para su traslado a la morgue.

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