Muchas personas se preguntan si tragarse el semen puede ser malo. A ver, no es algo que debas desayunar todos los días ¿no crees? Una eyaculación normal y corriente llena, aproximadamente, una cucharadita. Olvídate de esos manguerazos interminables que muchas veces aparecen en las películas porno y que sirven casi para ducharse. La cantidad real viene determinada por la edad del hombre (los chicos más jóvenes suelen producir más semen) y cuando tiempo hace que tuvo la última eyaculación, entre otros factores.

Seguro que, alguna vez, has oído que el semen está repleto de calorías. Pues no te creas todo lo que te cuentan. La cucharadita en cuestión tiene cerca de 21 calorías. Además en él son felices entre 200-500 millones de espermatozoides. Los expertos explican que esta gran cantidad de espermatozoides sólo constituyen alrededor del 1% del esperma, entonces ¿Qué otros ingredientes tiene? El 99% está formado por:

Después de leer estos componentes pensarás que tragar semen puede enriquecer esa dieta tan pobre que llevas. No te equivoques, a menos que estés tragando litros y litros todos los días, el semen no es un sustituto de ninguna comida nutritiva. Calorías a un lado, recuerda el gran debate que existe acerca de la transmisión del VIH a través del semen y del sexo oral pero, además, existen un montón de infecciones de transmisión sexual (ITS) que pueden transmitirse a través del sexo oral.