por el apelativo de "Crudo". Habitualmente trabajaba conduciendo su vehículo de placa H1F 524, color plomo, en la empresa de transportes "Virgen de Guadalupe", que en Pacasmayo tiene paradero en la esquina de Leoncio Prado y Ladislao Espinar. Según testigos, poco antes de las 3.30 de la tarde de ayer domingo, dos hombres abordo de una moto lineal llegaron por el Jr. Rázuri y se detuvieron muy cerca de donde estaba estacionado Cerna en el interior de su vehículo, en la esquina con el pasaje Brito, donde se ubica el paradero a Chocofán. Cerna estaba conversando con una mujer que se había sentado en la parte posterior de su vehículo, y él ocupaba su asiento de chofer. Según una versión la mujer sería pasajera; según otra sería también familiar de la víctima. El hombre sentado en la parte posterior de la moto lineal tenía un cometido y era matar a Cerna. Según la versión policial el sujeto se bajó y acercó al chofer Cerna como si fuera a preguntarle algo. Pero en lugar de ello desenfundó su arma y disparó a quemarropa. Otra versión, la no oficial, y que corresponde a un testigo, asegura que el sujeto subió al asiento delantero del auto como si fuera un pasajero y desde allí le disparó. En lo que hay coincidencia es que tras cometer el crimen el asesino volvió a la moto y el conductor enrumbó por el jirón Rázuri con dirección al norte. Los dos hombres dejaban ver sus rostros. El que disparó tenía cabello largo y era alto, según versión de testigos. El lugar del crimen -esquina de los jirones Rázuri y Brito- suele ser concurrido en horas de la tarde y con mayor razón en día de descanso, como ayer domingo, dado que se encuentra cerca de las tiendas del mercado. La escena ha quedado marcada con manchas de sangre y al momento del crimen se llenó de curiosos que rodearon el vehículo. Dentro se podía ver el cuerpo del hombre asesinado. Ocurridos los hechos se comunicó a la policía y a la fiscal Taly Chaiguaque, quien dispuso el levantamiento del cadáver y su internamiento en la morgue del Hospital Tomás Lafora de Guadalupe. El cuerpo fue conducido en la camioneta de la comisaría de la PNP. Ha trascendido que en el lugar del crimen se recogieron 6 casquillos y dentro del vehículo se encontraron otros dos. No ha sido posible conocer cuántas balas impactaron en el cuerpo de Cerna. Algunos de los testigos refieren que escucharon 10 disparos, otros hablan de 6. Más de dos personas habrían sido testigos accidentales de los hechos. No se percataron de lo sucedido hasta que la mujer dentro del vehículo gritó, cuando la moto ya se iba. La gran cantidad de personas presentes en el lugar del crimen dificultaba la labor de las autoridades por lo que el acta de levantamiento del cadáver tuvo que ser redactada en la comisaría. De otro lado, se supo que mientras las autoridades trasladaban el cuerpo, alguien de la familia del asesinado movilizó el vehículo, donde quedaron restos de sangre, y se ha evitado que esté en custodia de las autoridades. Trascendió también que el vehículo no tendría impactos de bala. El comisario mayor PNP Javier Villamonte dijo que estaban reuniendo información del caso y era muy poco lo que podían adelantar por el momento. Confirmó que la víctima residía en Chocofán, se desempeñaba como chofer y estaba conformando un sindicato de construcción civil en ese lugar. Además dijo que no se encontraron documentos de identidad en poder de la víctima, pero fue identificado por familiares que se presentaron en el lugar del crimen. Entre las investigaciones también se revisarían los antecedentes de la víctima, para poder esclarecer de dónde provino el ajusticiamiento.