El gremio de transportistas de La Libertad se encuentra justificada y considerablemente preocupado por el nivel de aumento de la violencia en el departamento. Esto se traduce, para ellos, en los asesinatos de taxistas y choferes de vehículos de transporte público, cupos que se cobra a los conductores y propietarios, amenazas frecuentes y extorsiones que padecen desde la prisión El Milagro.

 

El Gobierno ha prometido tomar cartas en el asunto para erradicar la violencia y la delincuencia organizada, pero postergó la reunión con ellos. Creemos que esa actitud obedeció a la necesidad de que se incorpore al comando policial de la región su nuevo jefe, el coronel PNP Óscar González Rabanal.

 

Los transportistas han planteado algunas alternativas, pero se requiere para combatir la delincuencia –con resultados positivos– la confluencia y el consenso de ideas, de planes y de estrategias para que no haya discrepancias.

 

Por eso, el Gobierno debe atender con rapidez los justos reclamos que tienen que hacerle los transportistas. No creemos que el paro de transportes, anunciado por los dirigentes, sea la mejor solución. Pero entendemos que es una forma de llamar la atención.

 

 

Quizá la mejor forma de protestar contra lo que viene ocurriendo es que las empresas de transportes, como personas jurídicas que son, planten cara a la delincuencia. Pero hay que hacerlo empresarial y corporativamente. Se necesita para ello que esas empresas se formalicen, analicen las ventajas de asociarse a otras entidades gremiales –que no sean únicamente las de su rubro o actividad–, de modo que adquieran mayor fortaleza al momento de hacerlo.

 

No se puede combatir a la mafia organizada –porque, de hecho, está muy bien organizada– con debilidad. Hay que armarse de valor, contratar abogados, denunciar penalmente a los extorsionadores –ustedes los conocen, saben cuáles son sus nombres y dónde actúan– a fin de que ellos sepan que la cosa va en serio.

 

Si no se maneja de un modo decidido la crisis de violencia que afecta al transporte local y regional, o si hay desunión y duplicidad de esfuerzos, o esfuerzos aislados, individuales e individualizantes, el crimen organizado seguirá doblándole la mano a un gremio que es clave en el desarrollo de la vida social y económica de La Libertad. Estamos todos avisados.

FUENTE: laindustria