Un nuevo golpe contra un presunto tráfico de personas dio ayer el Ministerio Público y la Policía. El fiscal Piero Vicuña Honores informó que ayer alrededor del mediodía se intervino en el recreo Vanessa encontrándose a 4 menores, de entre 15 y 16 años de edad. El local intervenido se encuentra ubicado en la Panamericana; desde hace mucho tiempo había rumores de que presuntamente se trata de un prostíbulo clandestino que disfrazaría esa actividad principal con las de recreo y/o discoteca.
Las menores han sido captadas en la Selva y trasladadas a esta ciudad haciéndolas trabajar en el referido local que funciona principalmente en horario nocturno. El representante del Ministerio Público indicó que, además, se había detenido a otras 18 féminas las cuales trabajaban como presuntas damas de compañía en el mismo establecimiento. Todas ellas proceden de pueblos de la Selva, no se ha encontrado a nadie de la costa o de la sierra, precisó el fiscal.
La tarde de ayer, todas las personas adultas detenidas estaban prestando declaraciones en las oficinas de la División de Criminalística y Apoyo a la Justicia (Dicriaj) cuyo personal intervino en el local con apoyo del Escuadrón de Emergencia, dijo el fiscal Vicuña Honores.
El fiscal titular y coordinador de la Fiscalía Mixta de esta Provincia, indicó que la propietaria del establecimiento, María Chávez, y su conviviente, estaban detenidos y se dispuso tomar sus declaraciones.

En cuanto a las menores dijo que estaban retenidas y se había dispuesto pasen examen médico legal con el doctor Nixor Llanos, médico legista de esta provincia. Dos de las menores cuentan con DNI de color amarillo, otra se identificó con partida de nacimiento; y, una cuarta no tiene ningún documento.
En tanto se espera la llegada de sus familiares, se habría iniciado gestiones para que las adolescentes sean trasladadas a un albergue que funciona en Pacasmayo.
Hay que recordar denuncias que se vienen haciendo en forma reiterada sobre el funcionamiento de llamados recreos en los cuales se hace trabajar a mujeres adolescentes que son trasladadas desde sus lugares de origen a la costa. En muchos casos son víctimas de la explotación sexual, porque se les retiene contra su voluntad y se les obliga a trabajar de meretrices. En sus ciudades de origen son engañadas con ofrecimientos de trabajo en restaurantes o negocios. Se les ofrece trabajo y estudios.
Este tipo de centros nocturnos ha comenzado a proliferar en determinadas localidades como Chepén, Guadalupe, Pacanguilla, San Martín de Porres, y otras.