¿Es tu primera vez anal? No te preocupes y, relájate. Lo primero que tienes que ver, es el tamaño del juguete que te vas o te van a introducir. Si es la primera vez, lo mejor es que utilices algo pequeño y delgado. Intenta conseguir un producto de buena calidad hecho de silicona, ya que tiene el equilibrio justo y perfecto entre dureza y flexibilidad. Revisa que en la parte final del juguete, haya una base ensanchada, para evitar cualquier peligro de introducción total.

Recuerda que la mejor respuesta a la resistencia es el lubricante. Aplícalo las veces que consideres oportunas. Suelen ser muy recomendables, los realizados con base de agua ya que los de silicona o aceite pueden llegar a dañar tu juguete. Tómate tu tiempo para empezar a jugar. Poco a poco masajea el área en general, a continuación, comienza con la parte exterior del ano. Lubrícate bien un dedo y ve introduciéndolo hasta que veas que el ano va cediendo.

Recuerda que los músculos del esfínter anal son bastante compactos y que se necesitas una buena estimulación para que vayan “cediendo”. Normalmente, una ver empieza la apertura la introducción será mucho más rápida. Debes dar a tu esfínter y a tu cabeza el tiempo necesario para relajarse. En este caso, las prisas no son nada buenas. Cuando estés list@ para empezar a insertar el juguete, debes ir muy despacio, haciendo pausas, hasta que te acostumbres a esa nueva sensación

No debes forzar la entrada y una vez que lo hayas conseguido no estés todo el rato entrado y saliendo. Los músculos de ano, se cierran rápidamente una vez salen los objetos, por lo que estar metiendo y sacando puede convertirse en una dolorosa y pesada tarea.